lunes, 11 de enero de 2016

El conductor del transporte de mi colegio



Hoy recordando mis días de primaria en el colegio, Fray Luis de León, en la av. Fuerzas Armadas  en Caracas, me puse a comentarle a mis hijos mis vivencias en el transporte del Colegio. El recuerdo surgió porque mi esposa le llamo la atención al mas pequeño de mis vástagos por los gritos que este emite cuando va en su transporte.
El conductor de mi transporte escolar durante la infancia,  un español de nombre Eusebio Garaboa, alto, tosco, cabello gris, ojos claros y dientes amarillos por la nicotina,  de voz gruesa por los tantos cigarros que fumaba, si fumaba dentro del transporte y una de las diversiones era robarle los cigarros y  botarlos por la ventana, sin que se diera cuenta.    Todos los días nos buscaba en casa a las 5 y 30 am. en el oeste de la capital (Montalban II), pocas veces o nunca  llegaba tarde o se accidentaba, el transporte estaba en condiciones mecánicas optimas, el mismo lo reparaba, conocía ese autobús como la palma de su mano,  en esas mañanas siempre hacia mucho frío, por lo que nos acostumbramos a llevar sweter y durante el trayecto dormir hasta que llegábamos al colegio como a las 6 y 45 para rezar y cantar el himno de la República de Venezuela y el del Colegio,  luego de las clases nos trasladaba  nuevamente a nuestra casa casi a las 2 30 de la tarde después de recorrer la concordia, la avenida Roosvelt, la avenida San Martin, El Silencio, Capuchinos, el Paraiso de punta a punta, toda la avenida Paez y por ultimo Montalban, recuerdo que ponía la  canción la cotorra de perucho conde y todos reíamos por lo gracioso de la canción,   esa ruta sirvió de mucho ya que nos permitió conocer esas esquinas de Caracas que en estos tiempos casi nadie conoce, esquina de zamuro, esquina el muerto...entre otras, mas de una vez llegamos a ver en esas madrugadas los típicos shows de borrachitos a las puertas de los bares en la avenida baralt, recostados de un poste o durmiendo la pea,   eramos como los terceros en subir en el transporte a las 5 30 am y los penultimos en bajarnos del autobús amarillo identificado como transporte escolar cuando regresábamos mi hermano y yo del colegio.

La anécdota de la cena se centro en los mecanismos de disciplina que utilizaba el viejo Garaboa en contra de quienes nos portábamos mal, acostumbraba el senor Garaboa a asignar puesto fijo a quienes mal se portaban el mio y el de mi hermano estaba justo detrás del puesto del conductor, si detrás de el, pero astutamente nos cambiábamos de puesto sin que pudiera vernos por el espejo frontal  para tirarle taquitos a la gente que estaba en la calle,  para hacer guerra de taquitos dentro del autobús ... para brincar tan alto cada vez que pasaba el autobús por los  huecos de la ciudad que ya teníamos identificados...para gritarle obscenidades a los transeúntes ... para jugar barajitas (que eran las del mundial de fútbol, béisbol,  la pantera rosa o cualquier álbum que estuviera de moda en ese momento).

Una de las travesuras mas comunes era comprar helados a la salida del colegio, como estaba prohibido comerlos dentro del transporte los subíamos escondidos y la astucia era comerse el helado sin que Garaboa se diera cuenta porque si descubría que estabas comiendo helado te hacia botarlo por la ventana y cuando estaba mas molesto paraba el autobús y el mismo te arrancaba el helado de las manos y lo tiraba por la ventana el mismo, por lo menos para comer helado el puesto detrás del conductor era bastante estratégico.

Generalmente ante la indisciplina de todos los alumnos el chofer  se hacia ayudar de uno de estos como cuidador,  y aprovechando el nombramiento de cuidador se encargaba de propinar coquitos y lepes a quienes supuestamente desobedecían las ordenes de Garaboa.

Lo mas divertido era estar pendiente del espejo frontal que le permitía al chofer verificar quienes estaban molestando o portándose mal,  generalmente antes de aparcar el autobús repentinamente  el tipo veía por el espejo a la persona contra quien dirigiría toda su furia o molestia mediante trancazos, coñazos,  gritos y llevado a rastras por un brazo o por los cabellos hasta el puesto que el decidía, luego de este evento muy común, todo el transporte quedaba en una tensa calma y nadie decía nada y todo el mundo se reía de la victima del viejo Garaboa.

El grito que se oía cuando nos llamaba la atención a mi o  a mi hermano era  ! GARCIA DEJATE ESTAR....! cuya traducción es GARCIA QUEDATE TRANQUILO ...

Dentro de sus mecanismos de disciplina tenia una manguera verde corta con la cual arremetía contra quien se portara mal ...por ejemplo si caminabas por el pasillo central del autobús mientras estaba andando... si te cambiabas de puesto sin su autorización utilizaba esta manguera para pegarte por las piernas... también tenia un vaso de café mediano  lleno de ají picante chirel y si te descuidabas se frotaba los dedos con aji hasta deshacerlo y te lo pasaba por la boca, esa era una de las mas comunes por que lo hacia cuando te agarraba desprevenido, después de haber jodido durante todo el trayecto y aprovechando que estabas desprevenido,  el viejo Garaboa paraba el autobús y llegaba hasta el puesto donde estabas sentado y pasaba la mano llena de ají por la quijada o la boca, en esa época no había LOPNA, existía el INAM, pero jamas escuche decir a un compañero que denunciaría a Garaboa por los tratos crueles.

No todo era tan malo, a veces el viejo como le decíamos, le daba la cola a las muchachas de los colegios de monjas  que veía en la vía  (San Jose de Tarbes en el Paraiso, La Concepción en Montalban  y que aceptaban montarse en el autobús sin temor a nada, a veces llegaban a ser  asiduas pasajeras, estos eran momentos en que todos los que ahí estábamos nos agrupamos junto a ellas para conversar, por lo general eran mas grandes estaban en bachillerato y decían...que muchachitos  tan simpáticos, y les dibujábamos flores y corazones jajajaja  y ellas preguntaban  ...siempre se portan así de bien?  y el viejo Garaboa  respondía que eramos unos ruines con su típico acento de español.

Esta anécdota espero que lleve a mis compañeros de transporte del Fray Luis de León a esos momentos para que  recuerden como lo hice yo en el instante de escribir estas lineas,  si mi memoria no me falla recuerdo a algunos de estos compañeros de camino y los lugares donde se embarcaban en el transporte, esperando que me excusen a quienes no menciono, eramos muchos,  y cuando no había puesto,  se ponía una tabla en el medio de los asientos para que un alumno o dos  se sentasen  en el medio. Gracias por leer.

Hermanos Gracia, Montalban II
Hermanos Martinez, montalban II
Orta,  el Paraiso
Hermanos Ramos, Av Roosvelt
Hermanos Nassar, el Paraiso
David Perez Hansen, Fuerzas Armadas
Jacobo, El paraiso
Hermanos Pena, Capuchinos
Azocar, Montalban II
Hermanos Blanco, El Silencio
Oramas, Puente Hierro
Malpica, El Silencio
Hermanos Bastardo, San Martin
Guacaran, San Martin
Ochoa, San Martin
Kioto, el Paraiso ( este pana llevaba unos sanduches de mostaza con queso blanco muy buenos)


Pd. En esa época todavía no se había hecho mixto el colegio, solo era para barones.


Rommel A. Romero Garcia